Si tu equipo de trabajo ya se unió para alcanzar el GRAN OBJETIVO, ahora queda asegurarte de que cada uno de los miembros se entregue en lo que hace y adopte un gusto por su labor, pero ¿Cómo logramos superar ese gran obstáculo? Bueno… aquí algunas ideas. 

¿Alguna vez has visitado un casino?, el simple hecho de entrar no te garantiza que saldrás con bolsas de billetes listo para una vida de riquezas, pero la experiencia positiva que provoca que nos enganchemos con las apuestas empieza desde que jugamos y de pronto ¡Pum! ganamos.

¿Sería suerte de principiante? ¡Estamos seguros de que sí!. Pero lo que lo hace realmente adictivo es creer que en una de las siguientes rondas es posible que la misma historia logre repetirse. ¿Tengo habilidad para ello? ¿Obtendré más recompensas si sigo en el juego? A esto de le denomina como sesgo cognitivo.

Esto ocurre porque sin importar la razón de la cual se trate, enterarnos que obtuvimos un logro es muy positivo, pues no sólo nos sentimos aliviados por no haber fracasado, sino también por saber que tuvimos éxito y eso nos estimula a seguir el mismo rumbo que nos llevará al triunfo.

Algo similar ocurre en las empresas. Los mensajes positivos dentro de una organización motiva a cada colaborador a seguir trabajando, los orienta a ir por el mismo camino e impulsa el espíritu competitivo para lograr mejores resultados. ¿Qué mayor recompensa podemos obtener que saber que somos buenos para algo y que podemos obtener beneficiarnos de ello?

De la celebración a la competencia. Decidimos aceptar estos retos porque deseamos obtener mayores gratificaciones por hacer algo en lo que nos consideramos buenos.

Así que, para asegurar que tu equipo da lo mejor de sí, comparte con ellos un mensaje alentador que les motive a seguir esforzándose para mejorar su desempeño. Si lograron comenzar con el pie derecho, no dudes en transmitirles apoyo. No se trata de premiar ni otorgar trofeos, sino de impulsar de manera positiva los primeros logros de los miembros.

Este tipo de estímulos nos ayudarán a que, además de que estemos interesados en las funciones que desempeñamos, también nos sintamos seguros de nosotros mismos, nos enganchemos con lo que hacemos e incluso busquemos formas de mejorar nuestro trabajo.

Mantén motivado a tu equipo de trabajo. Celebra los primeros logros e interviene en el momento que sea pertinente en caso de que no sea así. ¡Inténtalo tú mismo con tu equipo de trabajo y conoce los resultados que te puede ofrecer!